Comentario
Es de todas las cortes alemanas la que asumió con más entusiasmo la nueva moda del Rococó, superando con mucho los excesos decorativos que habían surgido en París. La principal causa de este amor por lo francés hay que buscarla en las circunstancias vividas por Max Emanuel, elector de Baviera desde 1679, y en 1691 gobernador de los Países Bajos españoles. Sin embargo, durante la Guerra de Sucesión al trono de España puso sus armas al servicio de los franceses frente a los austriacos, lo que le supuso la pérdida de su electorado en 1706 y el exilio en París. Allí vivió casi diez años hasta que con la paz de Rastatt en 1714 fue reinstaurado, regresando a Munich al año siguiente. Ya antes de su exilio le atraía la cultura francesa que le había imbuido su madre Adelaida de Saboya y no confiaba mucho en el buen gusto de sus súbditos. Así al volver á Munich se lamentaba diciendo: "Pienso imitar el gusto de Francia en edificios y jardines, pero los habitantes no se cambian". Le costó luchar contra el carácter conservador de los bávaros, pero al fin consiguió adiestrar a los más jóvenes en la nueva moda y convertir Baviera en el paraíso del Rococó. Precisamente es donde echó más tempranas y profundas raíces, no sólo en esta arquitectura cortesana sino también en la mucho más popular de monasterios e iglesias de peregrinación.En los primeros años de su electorado, anterior al exilio, el arte muniqués se encontraba bajo la influencia italiana con los arquitectos Enrico Zucalli y Giovanni Viscardi, pero a su regreso a Munich vuelve acompañado de Joseph Effner (1687-1745), hijo del jardinero de la corte, que había sido enviado a París para estudiar con el arquitecto Germain Boffrand. A partir de entonces Francia sustituyó a Italia y se introdujeron en Baviera las características que en esos mismos momentos estaban de rabiosa actualidad en el París del Regente. Su mejor ejemplo es la construcción y decoración del pabellón central del Nymphenburg y la reorganización de su parque, ayudado por Dominique Girard, en el que no faltan la cascada, el Ermitage y dos pequeños pabellones, uno de los cuales significativamente se llama Pagodenburg, con indudables referencias exóticas. Girard había sido alumno de Le Nôtre y además de en estos jardines también participó en los de los palacios de Brühl y Schleissheim en Alemania y en los del Belvedere de Viena.Si el arte de Effner podría compararse con el de la Regencia en Francia, el de Jean-François Cuvilliés (1695-1768) se corresponde con el del pleno apogeo del Rococó. Nacido en el norte de Francia, en la región del Hainaut, de la que recordemos también era oriundo Watteau, muy joven entra en la Corte del elector, a quien sigue a Munich tras el exilio. Comienza estudios de arquitectura que perfecciona de 1720 a 1724 en París con el famoso arquitecto Jean François Blondel. Regresa a Munich y es nombrado arquitecto de la corte junto con Effner. Muerto el elector Max Emanuel en 1726, será preferido por su hijo Karl Albert, frente a Effner.La decoración de las Reichen Zimmer, habitaciones ricas literalmente, en la Residencia de Munich de los años treinta, define lo que van a ser a partir de entonces los elementos ornamentales, característicos de la Regencia francesa, a los que se imprime un endiablado movimiento. Además de los tallistas de madera Joaquin Dietrich y W. Mirofsky, se inicia su colaboración con Johan Baptist Zimmermann, importante estuquista bávaro en cuya obra nos detendremos al estudiar la arquitectura religiosa de la zona.La joya, sin embargo, del Rococó bávaro es el pabellón de caza erigido por Cuvilliés en el parque del palacio de Nymphenburg en las afueras de Munich. Se realiza entre los años 1734 y 1739, es decir, contemporáneo de otro de los más característicos ejemplos del estilo rocalla, me estoy refiriendo al salón oval del parisino hótel de Soubise del arquitecto Boffrand. La decoración de rocalla contenida del francés se entremezcla aquí en el salón circular con trofeos cinegéticos y armas que incluso llegan a invadir el techo. Los estucos, obra también de Zimmermann, plateados con fondos azules y dorados se repiten hasta el infinito en los espejos. Edificio pequeño, dos habitaciones a cada lado del salón circular, destinado a una dama, la mujer del electo, y con una finalidad casi de juego, la caza de faisanes desde su terraza. Mejor definición del rococó, imposible.También trabajó para el elector de Colonia, Clemente Augusto, hermano del elector de Baviera, en el palacio de Brühl y en el pabellón de caza de Falkenlust, cuyos salones, chino y de los espejos, son de otro francés, Oppenordt. Obra de madurez es el delicioso teatro de la Residencia de Munich en donde las columnas se transforman en palmeras movidas por el viento.Favoreció enormemente la difusión de su estilo su obra gráfica "Morceaux des caprices á divers usages", volumen de grabados con modelos para la estructuración de paredes, para muebles, rejas de hierro, candelabros, chimeneas, etc., iniciado en 1738, del que preparó nuevas ediciones y que fue continuado por su hijo hasta 1799.